Para quien, como yo, prefiera ver dibujos animados o cualquier otra cosa a las noticias, os informo de que en Valencia se han producido enfrentamientos entre la policía nacional española y manifestantes. Esto no sería una noticia extraordinaria si los manifestantes no hubiesen sido menores de edad.
Efectivamente, unos chavales de un instituto que se quejaban porque les habían quitado la calefacción han acabado recibiendo palos y detenidos. He visto con mis propios ojos cómo la policía empujaba, golpeaba, increpaba y abusaba de forma violenta con esos chavales que huían al ver el poder de la ley lanzarse contra ellos.
Los transeúntes protestamos contra esta situación y los policías nos amenazaron. Claro que no es lo mismo amenazar a un adolescente que a un adulto que acaba de terminar su jornada laboral y daría lo que fuera por tener una excusa para matar a alguien, pues a su jefe lo habría asesinado a cada minuto. El resultado ha sido miles de manifestantes en las calles, ya mayorcitos, pidiendo a la policía que si eso es lo mejor que sabe hacer que se vayan de vacaciones a la mierda, que han puesto columpios. El partido político gobernante ha perdido algo así como la mitad de los simpatizantes en la provincia, los futuros votantes en las próximas elecciones han radicalizado sus propuestas y a mí, pues me han confirmado que si de normal todos estamos gilipollas, en momentos de crisis aún más.
Al menos este fin de semana me relajaré con unos mojitos y soñando con Ali sobre una sociedad utópica en la que todos estemos de buen rollo, al fin y al cabo, ¿no podemos ser amigos?
¡Mi consejo de siempre, pilla una birra, siéntate con tus colegas, familia, mascotillas o enfrente del Facebook y a toda pastilla la canción!!!






